La Computadora portátil de 100 dólares u Ordenador Portátil de Bajo Costo, OPBC u OLPC (One Laptop Per Child) por sus siglas en Ingles, es una computadora portátil elaborada con el propósito de proveer a cada niño en el mundo con acceso y conocimiento de las formas modernas de educación. El proyecto cuenta con apoyo de Google, AMD, Red Hat, News Corp, Brighstar y la colaboración de otras empresas. El portatil de 100 dólares como era conocido, valdrá 175$.
El ordenador se basa en una plataforma Linux, y es tan eficiente en la utilización de la energía que con una manivela se puede generar suficiente energía para su operación. Un dispositivo de conectividad inalámbrica permitirá que los aparatos se vinculen a internet desde cualquier sitio.
Los computadores portátiles serán vendidos inicialmente a los gobiernos y entregados a los niños en las escuelas bajo el principio una computadora para cada niño.
El OPBC está siendo desarrollado por la organización "un ordenador portátil por niño" (en inglés One Laptop Per Child) (OLPC). La OLPC es una organización sin fines de lucro basada en Delaware, creada por catedráticos del Laboratorio de Multimedia del MIT para diseñar, manufacturar y distribuir los ordenadores portátiles.
A la computadora portátil también se le conoce como La Máquina Verde. Los promotores del proyecto quieren dejar claro que no es un producto creado para vender (en principio) sino que es un proyecto educativo.
Bill Gates, fundador de Microsoft, criticó duramente la iniciativa del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de producir un ordenador de 100 dólares. El pronunciamiento se produjo en el marco de un foro de líderes realizado en la ciudad de Washington, D. C.. Algunos medios han dicho que Bill Gates simplemente está molesto por la decisión del MIT de rechazar su sistema de Windows en favor del sistema operativo Linux .
Bill Gates apunta principalmente al hecho que el nuevo ordenador no posee grandes cualidades para ser denominado como tal, debido a la carencia de disco duro y tener una pantalla pequeña.
Esto lo argumentó con el hecho de que el costo de hardware es ínfimo para montar una instalación computacional. Estas declaraciones se suman a las realizadas por Intel, ya que creen que más un ordenador de 100 dólares será un "juguete de 100 dólares", debido a su bajo rendimiento.
Esta critica la realizó luego de presentar su propio ordenador de bajo costo Origam hace menos de una semana, cuyo costo aproximado está entre US$599 y US$999, y que incorpora GPS.
La respuesta de los principales impulsores de la idea de la computadora de 100 dólares no se han referido a las criticas, y anuncian que en abril de 2007 se encontrará ya a la venta para los países que sean seleccionados, con una primera prducción estimada de entre 5 y 15 millones de unidades.
Esta iniciativa ha sido apoyada por Google y AMD y tendrá el sistema operativo Linux.
"Si vas a hacer que la gente comparta un computador, consigue una conexión de banda ancha y alguien que esté en el lugar y que pueda guiar al usuario. ¡Por Dios santo! Usa un equipo decente donde en realidad puedas leer texto y que no te obligue a estar moviendo una palanca mientras intentas escribir" Bill Gates, 16 de marzo de 2006
http://es.wikipedia.org/wiki/Computadora_port%C3%A1til_de_100_d%C3%B3lares
http://es.wikinews.org/wiki/Bill_Gates_critica_a_la_computadora_de_100_d%C3%B3lares
sábado, 15 de septiembre de 2007
CASO SABA
Los monopolios realmente existentes de México se disputan el poder material del Estado
Televisa, TV Azteca y Carlos Slim, protagonizan en el terreno donde se define objetivamente la «anatomía de la sociedad civil», es decir, la economía política, la verdadera dialéctica de poder del estado mexicano
Viernes 5 de enero de 2007, por ER. México DF
La libre competencia en el libre mercado de la sociedad libre, democrática, moderna y tolerante de México
Durante el mes de diciembre pasado, los televidentes que acaso noche tras noche siguen, «para estar bien informados», las transmisiones de los noticieros más poderosos e influyentes de México, los proyectados entre las 22:30 y las 23:30 horas por los canales 2 (el conducido por el señor Joaquín López Dóriga) y 13 (el conducido por el señor Javier Alatorre), de Televisa y TV Azteca respectivamente, presenciaban una inusitada —por precipitada y, en una primera instancia, fuera de contexto— serie de «notas» relativas al pernicioso papel que juegan «los monopolios» en el delicado mercado de las medicinas.
En efecto, tras la ordinaria revisión de las notas políticas, deportivas, mundiales, &c., de pronto se pasaba la página al guión y se anunciaba «la nota del día» (¿de la semana?, ¿del mes?, ¿del año?, ¿del sexenio?): «los monopolios que controlan la distribución de medicamentos están matando a los mexicanos enfermos por ser ellos, los monopolios, los responsables de los altos costos de las medicinas».
Una vez anunciado el encabezado de la nota, se transmitían luego documentales cortos en los que, haciendo una abyecta instrumentalización de la miseria y enfermedad de muchos mexicanos (ahora se verá por qué), se mostraban «casos dramáticos» en los que aparecían miembros de familias pobres llorando por sus familiares enfermos y por lo caras que son las medicinas y por lo difícil y angustioso de su situación.
Ante la inadvertencia o indiferencia de muchos —aquí puede haber una clave—, la sorpresa de otros y, acaso, la suspicacia de otros tantos, este tipo de «notas informativas» —«veraces, oportunas y objetivas»— estuvieron repitiéndose por varios días hasta que el verdadero enemigo aparece: el Grupo Saba.
Efectivamente, las televisoras Televisa, del señor Emilio Azcárraga —que controla 258 estaciones de televisión y es la más poderosa fábrica de tele-basura (de basura fabricada: la inventada, el «pan y circo», más que basura desvelada: la real y objetiva) del mundo hispano— y TV Azteca, del señor Ricardo Salinas Pliego —que controla 179 estaciones y competidora pertinaz en la fabricación de basura— acusan en sus notas informativas al Grupo Saba, principal grupo en el mercado de la distribución de medicamentos en México.
¿Pero por qué de pronto tanta preocupación por la miseria del pueblo de México? ¿Por qué tanta preocupación por los pobres y sus problemas de salud? ¿Acaso estará esta estrategia duopólica orquestada «en nombre de la ética»? En absoluto.
El pueblo tiene la televisión que se merece
Y resulta que no. La campaña de denuncia contra el monopolio que en la distribución de medicamentos ejerce el poderoso Grupo Saba no estuvo hecha «en nombre de la ética» ni «por el bien de México». Se trata de una campaña orquestada por una razón muy distinta, a saber: el 21 de septiembre de 2006, el señor Isaac Saba Rafoul, accionista principal de Grupo Saba, asociado con el Grupo Telemundo, propiedad de NBC Universal, solicitó formalmente a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes la licitación de frecuencias para una tercera cadena nacional de televisión abierta.
Esta fue entonces una estrategia diseñada en función del interés que tanto Televisa como TV Azteca tienen en que nadie entre ni en el mercado de contenidos ni el de frecuencias de transmisión mexicano. A partir del viernes 8 de diciembre, la compañía General Electric cayó presa también de las denuncias (GE es dueña de NBC Telemundo).
Televisa y TV Azteca concentran el 58% de la inversión publicitaria en medios, 80% de las concesiones de televisión y 90% de los contenidos audiovisuales. Este duopolio es el dueño efectivo de la información pública y de la generación de opinión política. Nadie los puede tocar.
En sus manos está poner o quitar a políticos y son ellos verdaderos factores reales de poder del estado mexicano.
Por si fuera poco, Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo y el más poderoso de Iberoamérica, es uno de los principales accionistas del Grupo Televisa.
El gobierno de la república como gabinete de administración del comité de potentados del país
Pero esto no es todo. Buscando garantías para que se respete el «estado de derecho», y en nombre siempre de la «gobernabilidad democrática», es decir, buscando garantías para silenciar mediáticamente escándalos o movimientos de contestación política, embruteciendo —divirtiendo— al pueblo o controlando —aplastando— todo tipo de oposición; garantías que les permitan continuar desplegando sus estrategias de negocios, tan exitosas y globales, el bloque de poder mediático-financiero-empresarial dispone de sus piezas en el ajedrez político: los señores Eduardo Medina Mora, actual Procurador General de la República, y Luis Téllez Kuenzler, actual Secretario de Comunicaciones y Transportes, aparecen como posibles guardianes —democráticos, competitivos y modernos—, y bajo el mando del señor Felipe Calderón, de sus más sólidos intereses. Ambos, Medina Mora y Téllez Kuenzler, son operadores y promotores de intereses de variada índole, incluidos, claro está, los de Televisa.
Medina Mora, quien ocupó durante 2000 y 2005 cargos de rango estratégico en la administración pública en el gobierno de Fox —fue primero director del CISEN (la oficina de inteligencia del Estado, ¡nada más ni nada menos!) y luego titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal—, fue al mismo tiempo apoderado y vocal del consejo de administración del Grupo Crea TV, constituido con el objetivo de la «producción y desarrollo de espectáculos y eventos artísticos en vivo de cualquier índole». Este grupo, de objetivo tan ambiguo como simpático, fue creado (según Proceso, 1571) en 1999 por Carlos Quintero Iñiguez, hermano de Alejandro Quintero, vicepresidente de comercialización de Televisa, y por el señor Héctor Aguilar Camín, conductor del programa de análisis político Zona Abierta, y propagador (tanto en México como en España, en el diario El País) del fundamentalismo democrático, la tolerancia democrática, la política democrática, el estado de derecho democrático, la vida democrática, el diálogo democrático, la transición y la consolidación democrática, las instituciones democráticas, la televisión democrática y, en definitiva, del «México democrático que todos queremos y por el que tanto hemos luchado».
Por su parte, Luis Téllez Kuenzler, luminoso y global economista del ITAM y del MIT y ex-Secretario de Energía en el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000), fue en su momento miembro del Consejo de Administración de Cablevisión, filial de Televisa y controladora actual de más del 70% de la industria de la televisión por cable, uno de los sectores estratégicos que quedarán circunscritos dentro del Acuerdo de Convergencia Tecnológica cuya regulación pública estará a cargo, precisamente, del correspondiente titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en el gobierno de Felipe Calderón: Luis Téllez Kuenzler.
Pero también nuestro economista prestigiado de «escala mundial» fue hasta hace poco representante en México del Grupo Carlyle, uno de los más poderosos consorcios industriales y financieros con intereses que, cubriendo el globo terráqueo, se despliegan en sectores tan estratégicos como los de armamento, tecnologías de la información, biotecnología, farmacéutica y el de las industrias nacionales que, tras la ola privatizadora, pasaron de ser plataformas geopolíticas de los estados nacionales a ser partes integrantes de consorcios privados multinacionales: la industria de defensa, la aeroespacial…. y la de telecomunicaciones, justo el área de nuestro flamante Secretario de Comunicaciones y Transportes, Don Luis Téllez Kuenzler.
Pues muy bien. Nada de esto nos espanta, puesto que la política y la geopolítica no son juegos de niños. La clave de estos asuntos, en todo caso, reside siempre en los criterios con que se dibujan las alianzas geopolíticas. Acaso nos interese más, por nuestra parte, todo tipo de alianza que se decante —privilegiándola— hacia el área Iberoamericana.
Pero acaso también nos interese que los monopolios, que existen siempre al lado y por encima del mercado, sean en todo caso del estado y al servicio del pueblo. ¿No se definió en su momento así al socialismo? ¿Por qué no se espantan los fundamentalistas democráticos y los apologistas del libre mercado ante tan aplastante, evidente y ofensiva concentración no ya de riqueza sino de poder político?
Pero, al margen de esto, ¿por qué no llaman las cosas por su nombre? ¿Por qué tratan al pueblo como débiles mentales? ¿O será verdad que el pueblo tiene a los dirigentes y a la televisión que merece?
http://www.elrevolucionario.org/rev.php?articulo90
domingo, 9 de septiembre de 2007
Encuentran pata de cangrejo en una Coca Cola
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Los reclamos o protestas de consumidores pueden llegar a dañar la imagen de una empresa si no son atendidos oportunamente. Si una empresa es lenta para reaccionar, puede ser vista como alguien a quien no importa causar daño a otros y por tanto ser calificada de prepotente. En la cultura actual la gente siente un fuerte rechazo ante el abuso y la prepotencia, de manera que hay que esforzarse por no transmitir esa imagen.
Hay que tener en cuenta también el alcance del reclamo, para tratarlo en su debida escala y no contribuir a que se extienda a otros públicos. Es decir, hay que ver qué medios han recogido el asunto y responder exclusivamente en esos medios. Si el tema ya se está ventilando de forma generalizada el planteamiento deberá ser distinto.
30 de junio de 2006: El diario La Primera publica un reclamo de Carlos Vásquez consumidor de Coca Cola ante un hecho insólito: dentro de una botella de esa bebida había encontrado una pata de cangrejo. El incidente ocurrió en una bodega del distrito de Breña. El señor Vásquez reclamó a la dueña de la bodega, quien le dio los datos de la Embotelladora Lindley, para que se dirigiese a reclamar. Entró Carlos Vásquez en contacto con Perci Ríos de dicha empresa, quien le ofreció cambiarle la botella por otros productos de Coca Cola o Inca Kola. Ante la negativa del señor Vásquez, le dijo que en todo caso la responsabilidad era de la distribuidora y no de la embotelladora. Acudió entonces Vásquez a la prensa y su reclamo fue recogido por el diario La Primera. Al ser preguntado por dicho diario, César Luza, gerente de recursos humanos de Corporación Lindley dijo que era materialmente imposible que eso hubiese ocurrido por el alto control de calidad que tiene su empresa y pidió a la Dirección Nacional de Salud que investigase esa botella porque pensaba que podía haber habido sabotaje. En el mismo artículo La Primera señala otros casos similares de errores de embotellado de Coca Cola en Japón y Gran Bretaña.
Al día siguiente el mismo diario explca cómo debería ser el proceso judicial de reclamo, con la opinión de dos abogados destacados. Entrevista a la dueña de la bodega quien cuenta que la gente ya no quiere comprar Coca Cola.
ANÁLISIS DEL RECLAMO:
Es absolutamente legítimo el reclamo del señor Carlos Vásquez ante un producto de mala calidad. Otros aspectos del incidente, sin embargo, llaman la atención: ¿por qué no simplemente le pidió a la señora de la bodega que le cambiase la botella? Estaba en su derecho. ¿Por qué no aceptó la indemnización que le ofreció el señor Ríos, de Corporación Lindley? ¿Le pareció quizá que era muy poco? ¿Qué busca el señor Vásquez?
Los motivos por los que un consumidor hace un reclamo son diversos:
quiere que se le devuelva el dinero ante un producto defectuoso o engañoso,
quiere una indemnización,
quiere que se corrija un error de la empresa vendedora,
quiere protestar ante la prepotencia de la empresa vendedora,
quiere alertar a la opinión pública ante un producto potencialmente dañino,
quiere que las autoridades actúen ante un potencial daño al público en general,
quiere atraer la atención de los medios de comunicación, etc.
Suele haber concurrencia de motivos. Hay motivos explícitos e implícitos.
Por cómo se dieron los sucesos se podrían descartar los dos primeros motivos. No podemos especular sobre el monto adecuado de una posible indemnización. Habría que tratar el asunto más bien como un cuestionamiento directo al control de calidad de la embotelladora de Coca Cola y enfrentar esa denuncia en concreto.
El ámbito: la noticia fue recogida únicamente por el diario La Primera, durante dos días. No tuvo rebotes importantes.
ANÁLISIS DE LA RESPUESTA:
El hecho: se ha encontrado una pata de cangrejo en una botella de Coca Cola. Esto es indudable. La pregunta es ¿cómo ha llegado esa pata de cangrejo a la botella? Caben dos posibilidades: o fue un error de la empresa embotelladora, o se trata de un acto de sabotaje.
Hace bien el señor Luza en salir a responder. De esa manera, su versión es recogida en la noticia y esta sale equilibrada. Me parece que se apresura en negar la responsabilidad de su empresa. Sí es positivo el llamado a una tercera institución para que investigue la botella.
Corporación Lindley debe mostrar al público en general su preocupación por las personas y por lo tanto investigar el hecho para descartar absolutamente que hayan tenido responsabilidad en el incidente, al costo que sea, pues no se puede jugar con la salud de la gente, y anunciar medidas adicionales de protección para tranquilidad de todos. Incluso se podría invitar al señor Vásquez a que revise la línea de producción para dar sus sugerencias.
http://manejodecrisis.wordpress.com/2006/07/23/encuentran-pata-de-cangrejo-en-una-coca-cola/
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